¿Por qué he escrito este Delirio Cósmico?


Cuento historias casi desde que comencé a trabajar con la PAI.

Empecé a finales de los 80 ocupándome de la técnica de sonido e iluminacion. Muy pronto vinieron los juegos malabares mezclados con los de palabras y así me lancé a contar historias. Y a recorrer mundo con los Cuentos Colorados. Cuento desde entonces las cosas que me divierten y que me emocionan. Y no entiendo el teatro si no es a través de la emoción, de la necesidad de transmitirla y de compartirla.

En 2012 José Luis Cebollada, coordinador entonces del programa Ciencia Viva del Gobierno de Aragón, nos propuso montar un espectáculo de física, de ondas, para jóvenes. El planteamiento que nos hizo era estupendo. Quería que el espectador no parara de hacerse preguntas sobre lo que veía, que confundiera la ciencia con la ficción. En definitiva, nos pedía hacer ciencia ficción en vivo. 

Lo hicimos. Y de OhNdas! surgió el intercambio de espectáculos con Wee Stories, compañía escocesa que tenían un espectáculo de divulgación llamado "One giant leap", un salto de gigante. Un espectáculo con un guión fantástico que hablaba del cuidado del planeta, de la carrera espacial y de la historia de la Astronomía.

Hicimos nuestra versión Gonzalo Ferreró y yo, dirigidos por Blanca Resano. Ella desde el primer momento planteó que no quería que fuera una clase magistral, sino un acompañamiento de las emociones de mi personaje, al descubrir y comprender la historia del conocimiento del cosmos.

Mal podía yo transmitir esas emociones si el tema no me emocionaba a mí mismo. Por eso me hice con mi primer telescopio. Como parte del proceso de preparación de mi personaje.

Recuerdo las primeras noches de observación en las que, con mis medios, veía los cráteres y montes de la luna, las fases de Venus y el movimiento de los satélites alrededor de Júpiter. Estaba viendo con mis propios ojos lo mismo que vio Galileo cuatrocientos años antes y que había cambiado para siempre nuestra concepción del universo, por encima cualquier dogma de fe. Y, sí. Recuerdo estar llorando de la emoción.

Enseguida comencé a invitar a amigos a ver el cielo, a contárselo. Y también a fotografiarlo para seguir contándolo. Volviendo al planteamiento de mezclar las imágenes reales que capturaba con parte de ficción. 

Y ahí fue cuando Josu Azcona, trabajador de Prames que me había acompañado en alguna "Noche de Star Mirando", me propuso recopilar y completar fotografías y textos para hacer este "Delirio cósmico". Luego vino Nicolás Buenaventura y se lanzó a la piscina de cabeza conmigo revisando los textos y aportando nuevas ideas.

Y en la parte científica Miguel Pérez Torres y Cristina Margalejo también aceptaron revisar el texto.

Es, en definitiva, lo mismo que he hecho siempre: contar historias, buscar el asombro para despertar la curiosidad. Generar preguntas para buscar respuestas y transmitir emociones con lo que a mí me emociona de verdad.

Contempla el cielo.
Escucha el mar.
Hazte preguntas.
Busca repuestas,
y sueña.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Actividades de la PAI relacionadas con este libro

Presentación en el Planetario de Pamplona